23 mayo 2013



MOMENTOS


Tendríais que leer

lo inabarcable.

Millones de palabras

que engarzadas,

asumen el absurdo

de entenderlas…a medias,

como siempre.

¡ Sí !

Deslavazadas.


Un diálogo

con dioses imposibles.

Asidas a un silencio

tan ruidoso,

que rompe

el equilibrio

de los cuerpos,

unidos a un cerebro

que no entiende…

que quiere ir más allá

de las estrellas,

que asume en su ignorancia

inútilmente

destinos que nos llaman

desde siempre.


Propósito sutil,

  anhelo eterno…

Volver azul

lo que es oscuro, opaco.


El torpe sueño

que envenena ideas,

es viento recio

que doblega

espigas,

susurrantes, discretas,

obedientes siempre.


Espaldas de los hombres

que se humillan

colgando en el perchero

dignidades…

Los sueños de una vida

de promesas.


Las nubes

que amenazan la tormenta

dejan sin luz

para siempre con sus brazos…

la esperanza.


Reclamo

desde aquí

donde me toca,

 la magia en la palabra

que se hilvana,

que se encierra

en cuatro rumbos.

Costados de mi barco

sin costillas,

que carga de ilusiones

en mil puertos,

que atraca en los escollos…

descuidado,

sin mirar lo que le dicen

agoreros,

bitácoras de bronce,

nortes ciegos,

que nunca entenderán

el simple verso,

traído de la mano

de un poeta,

que escribe lo que siente,

atormentado…


 Escrito por – azpeitia –

en Cabra (Córdoba) el 10 de mayo

de 2013



22 mayo 2013



LA CODICIA


Sobre la oscura mesa,

las manos codiciosas

aprietan el vacío.

Son treinta las monedas,

que esperan su destino.

Un montón de amarillas,

silenciosas,

son el precio de una vida

que se escapa,  

sin preguntas… con violencia.

Es duelo de un acuerdo inacabado,

la venta de algo inerte…

vil materia.


Fundidas por un César victorioso,

sus caras ya no brillan como antaño.

Son oro maleable, deseado.

Relieves desgastados de mil manos,

se dejan masticar por los expertos.

La prueba es necesaria al cerrar tratos,  

antigua tradición de mercaderes.


Historias muy distintas las separan.

provienen de países muy lejanos.

Si hablaran, son capítulos tremendos,

un libro de aventuras del pasado.


Los hombres las condenan sin sentencia,

a ocultas, enterradas, escondidas,

viviendo en los lugares más extraños…

El pecho de una dama distinguida,

la bolsa genital de un viejo turco,

sentina de una Nao de Fenicios,

el huerto de un Procónsul de la Galia...


La mesa es la frontera entre dos sombras,

que se hablan sin mirarse, vehementes.

Negocian en voz baja.

No se sabe…

que extrañas ambiciones les corroen.

Sus ojos tan abiertos los delatan.

El rayo de un cuchillo corta el aire…

El muerto no dirá lo que ha perdido...


Escrito por  - azpeitia –  en Jaén el 17 de Mayo de 2013



20 mayo 2013


Nacimiento del río Guadalquivir
GUADALQUIVIR
El sesgo de la lluvia es apaisado
del viento caprichoso que la mueve.
El frío de la tarde la hace nieve
cubriendo de blancura los tejados,
las cumbres, los paisajes, arboledas
que vibran de alegría de un futuro
repleto de humedad y de aire puro
de arroyos cantarines entre gredas.
Así se llenará de un verde intenso
laderas de ese río que es tan grande 
el Al-wadi al-Kabir cuando se expande
en ancho cauce que lo vuelve inmenso.
Aquí donde lo canto es donde nace.
Su cuna es una sierra vertebrada
de flora y una fauna inveterada
de rocas colosales que renace
el vértigo a las cosas que pasaron
a la fuerza brutal que nos aterra
que sigue los caprichos de la tierra.
Historia que los hombres no dictaron.
Así, con humildad a lo que vemos,
hoy canto a la belleza de este río,
al céfiro que empuja con su brío
los siglos que vendrán, que no veremos.
Escrito por  - azpeitia
en el nacimiento del río Guadalquivir
en la Sierra de Cazorla (Jaén)
el 19 de Mayo de 2013
Desembocadura del río Guadalquivir


18 mayo 2013

TOCA A DIOS DECIRME LO QUE PIENSA…




TOCA A DIOS DECIRME LO QUE PIENSA



 Toca a Dios

decirme lo que piensa,

 sentarse en mis rodillas

displicente,

cruzar sus amplios brazos

en mi cuello,

mostrarme ese cariño que pretende

hacerme que me sienta

hijo dilecto.

 Sacarme de la duda de lo eterno

que siento a cada instante

del camino.

Decirme por qué la amo con locura,

por qué llegó hasta mi  

desde un atajo,

vereda de un destino caprichoso.


Envuelto en la locura de sus versos,

hoy bebo de sus labios

la fragancia

que nada puede hacer que nos separe.

¡Qué tienen sus entrañas

que me llaman!

Que sacan de mis fuerzas

lo sublime,

que inundan sin piedad

su blanco cuerpo.


Porque la noche nos funde con sus manos,

que acarician despacio

los latidos,

me vuelvo hacia ti

agradecido,

aunque no entienda

lo extraño que resultan tus designios



Escrito  por - azpeitia-

el 17 de Mayo

en Jaén