.jpg)
Poesía sobre un cuadro de Auguste Renoir.
Niní en primer plano modelo de pintores de Montmartre,
en segundo plano el hermano Edmon de Auguste Renoir.
Renoir no halló comprador y lo vendió por 425 francos a
un marchante parisino "Le père Martin".
Luz y sombra espléndidos
en un encanto inimitable, empleando el color negro, rechazado en aquellos momentos por el impresionismo.
en un encanto inimitable, empleando el color negro, rechazado en aquellos momentos por el impresionismo.
Detrás de la ventana del cuadro, Niní,
estás ausente.
Tienes los ojos tristes,
y tu frente
se pierde en el páramo frío
de tu cara.
Miras al fondo, y no ves nada.
El rictus de tus labios enmascara
prudencias y silencios...
algún llanto.
Quizás allá en el fondo en la penumbra,
la butaca vacía,
la sombra tenue de alguien que estuvo
y ya no está, buscas silente.
Tus manos se deshojan,
las flores mienten.
Mientras, tú, arrogante Renoir
buscas delante,
una cara bonita, una ocasión,
quizá una cita.
Ignoras con desdén quién te acompaña.
A nadie extraña.
Tu fama de burgués, tu aburrimiento,
no permite atender esta comedia,
ni un intermezzo, ni un concierto.
En este cuadro Edmond,
entre grises y negros, eres atrezzo.
azpeitia 15 de Febrero de 2008