El Fuego insomne… de la tierra
No viene vacío el aire
viene de lejos cansado,
las entrañas retorcidas
por los gritos de la angustia
que le sube por las venas.
Brilla el carbón de los hijos
entre banderas igualdas…
Las brasas lo abrazan todo,
el griterío son madres
que lo llenan de improperios,
de súplicas a la nada.
Ojos huecos que lo miran,
suenan al paso del viento
Sinfonías que se acaban …
Son de piedra, de madera,
de los huesos descarnados,
que crepitan como dientes
apretando rabia y miedo.
El humo se envuelve en grises,
polvo y cenizas unidos,
se lleva la vida lejos
donde habitan las galaxias,
porque vivir es un sueño
de gargantas imposibles
marchitas de soledades,
de blasfemar en silencio…
No viene vacío el aire,
sabiduría del tiempo
que recorre los caminos.
Viene cargado de nubes
de niños hechos de lluvia
que llorarán blancas aguas
que harán que la piedra seca
vuelva a ser desierto verde…
la vida tenga sustancia
entre puñales de muerte.
Alegría de un momento,
de un siglo, quizás de menos.
Mañana las rojas llamas
fuego insomne de la tierra,
un millón de veces mil
la vestirá en negros tules
azuzado… por el hombre
por la venganza del cielo
por los celos de la luna
de verse en el mar pequeña…
escrito por - azpeitia –
en Madrid el 11 de Septiembre de 2012