Fotografía propiedad del autor, prohibida su reproducción.
ABRAZO TUS PALABRAS EN EL AIRE…
Abrazo tus palabras en el aire,
no dejo que se vayan…
¡Que se aquieten!
¡Ya son mías!…
Las beso emocionado.
Son versos que me llegan…¡Poesía!…
Escrita de un plumazo,
desnuda de artificios,
clavando sentimientos
al tronco de la vida.
Es verde su fervor de un amor virgen.
Es árbol cuyo fruto es melodía…
Garganta de tu pluma que me dice,
que me habla…
que me esconde en lo profundo,
en lo hondo…que es el alma.
No quieres que nos roben el secreto,
la caja de Pandora está cerrada…
El amor tiene enemigos avezados
en el arte de romper, hacer añicos,
cortar los brotes…hacerse amigos.
El éxtasis sensual de los sentidos,
apaga las voces de la envidia,
sublima los momentos del encuentro,
aleja los fantasmas de la duda…
Te apretaré los tiempos de la ausencia,
mi mano curará tu mano herida,
mis versos uncirán las lejanías.
Me quedaré despierto…
Escribiré en las nubes…
Tu cerrarás los ojos
para sentirme cerca.
La mitad de tu yo… junto a la mía,
…hoy son iguales.
Los brazos se abrirán,
abrazarán el agua,
abrazarán el viento.
De tierra y fuego
se vestirán las ansias.
Sentados frente a frente,
no quedaran espacios
que tu no hayas cubierto
en tardes sosegadas,
en madrugadas frías.
La lluvia volverá
a la agrietada tierra,
a humedecer tus labios
sedientos de agua y bruma.
Nadie sabrá el secreto
de las noches que quisiste
beber mis sentimientos
hasta olvidar tus sueños…
escrito por -azpeitia- el 19 de Agosto de 2010
Diseño y dibujo de azpeitia, prohibida su reproducción
Me tiembla el alma y el cuerpo...
Ayer te temblaba el alma…
También te temblaba el cuerpo…
El mismo temblor que tengo…
cuando el frío de tu ausencia
se mete entre mis pasillos
que no tienen ya ni puertas
donde esconder los secretos,
donde guardar los suspiros.
No hay castigo semejante
ni remedio que lo cure.
Solo el tiempo y la distancia
nos hacen clarividentes.
Saber si el otro... el que quieres
será el que vele tus sueños,
el que acaricie tu espalda,
el que abrace tus anhelos.
Ausentes del yo
sufrimos…
Si es del otro
ni decirlo…
Deja que se escape el aire…
¡Sin más!… pregunta…despacio.
Las respuestas se han escrito
en pensamientos vacíos.
En paredes desconchadas
por el paso de los siglos.
En las piedras que alimentan
los bordes de este camino
que queremos hacer juntos
enlazados por el talle
porque parezcamos uno.
Es un liviano temblor
que asume la trascendencia
de las curvas del sendero
que no deja respirar,
que nos rompe, que nos quema,
penetrando en lo que importa.
Nos invade con descaro.
Nos deja a ciegas…
temblando…
Siempre trémulos,
ansiosos…
De tanto querer,
temblando…
Inervándose en la fibra,
de los nervios que traicionan,
que delatan sentimientos,
que palidecen los gestos…
Nos quedamos desarmados
sin defensa…
refugiados en la dicha
de saber que nos amamos.
Las cosas que ya no importan,
están flotando en el agua…
se las lleva la corriente
ya no las necesitamos..
Lo que de verdad es grande,
no hay río que nos lo arranque.
De separarlo imposible,
no hay fuerza
para quebrarlo…
Hay un temblor más profundo,
tremendo, brutal,
terrible…
que nos arrastra y nos lleva…
Es el temblor de la tierra
que se cansa de nosotros.
Son temblores semejantes,
en nada se diferencian,
los que nacen en el alma…
Los del centro del planeta.
Los dos se tragan las ansias,
las ambiciones, los sueños,
cemento, hierros torcidos,
de esos torpes edificios.
Detrás, solo quedan ruinas
de lo que pudo ser y no ha sido…
Mañana cuando amanezca…
¡Habrá que reconstruirlos!...
Escrito por -azpeitia- el 26 de Julio de 2010