26 septiembre 2017
24 septiembre 2017
A MI PADRE JOSÉ PILOTO DE COMBATE EN UN AR-68 (ARADO) CAÍDO EN ACTO DE SERVICIO EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
.A MI PADRE JOSÉ
PILOTO DE COMBATE
EN UN AR-68
(ARADO) CAÍDO EN ACTO
DE SEVICIO EN
LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Me subiste al
azul entre las alas
de un ingenio
alemán que nos prestaron
pensando en sus
batallas los germanos.
¡El deber!… ilusión
que nos invade,
que nos hace
diferentes a los otros,
te puso en un
camino tan incierto.
Fue una mañana
sin luz del treinta y seis
la que trajo
tras si… esta tragedia.
El vértigo
fatal de aquella guerra
en mis genes dejó
la marca al fuego
que nunca se
borró pese a los años
de un espíritu
voraz unido al riesgo
que siempre
presidió mis avatares.
Derribaron tu
avión de acero y lona
en un pueblo de
España que hoy ignoro.
Los mandos
militares no lo saben.
Aquel día fatal,
no fui contigo,
en el vientre
materno descansaba
ignorando que
nunca ya tendría
en mis manos de
niño tu ternura.
Llegaba en la
Posguerra el frío invierno
y un hospicio
del norte me dio asilo.
No supe del
calor que dan los brazos,
las monjas no
regalan arrumacos.
Con el hambre
pisando los talones
mi madre
rescató mi débil cuerpo,
el bacilo de
Koch dejó su huella
pude sobrevivir,
fue milagroso.
La vida es muy
difícil, no hay comida,
cartillas con
cupón… ¡Racionamiento!
El pan negro que
ensucia los manteles,
no llega para
todos… ¡Eso es hambre!
Laberintos de
piedras y lentejas
entretienen los
ocios de cocina.
La cebolla es
con sal, aperitivo.
Los colchones
de borra llevan pulgas.
En ese
maremágnum desolado,
nunca quiso
decirme que existías.
Aunque muerto,
perdido en las estrellas
yo te hubiera
querido sin reparos,
sin palabras lo
hubiera comprendido.
Parecía un
pecado imperdonable
para una
sociedad de falda larga,
para una
sociedad de cartón piedra,
de misa de las
doce con mantilla.
Pasado el tiempo
de los largos duelos
un padrastro me
puso en el camino,
que en alcohol
y tabaco era un experto.
Él volvió
nuestras vidas un infierno.
Abuelastros,
tiastras, marionetas
llenaron
decorados de mi vida.
Desprecio,
indiferencia ¡No era suyo!
Una farsa vacía
sin afectos.
Creí que era mi
padre aquel farsante,
nadie quiso
avisarme de aquel fraude.
Ayer me
confesaste lo ocurrido,
no supe
reaccionar, era muy duro.
Poner en el
presente aquel pasado
resulta muy
difícil a una madre,
que quiso
resolver tantos problemas
firmando en un
Registro un nuevo padre.
Pasados hoy los
años de experiencia,
no puedo
comprender aquel engaño
postrado como
estoy en el vacío.
Cómo hubiera
querido conocerte,
tan fuerte,
corajudo, enamorado
de la España
que estaba malherida.
Esta tarde que
pienso en lo que pudo
y no pudo por
causa del destino
ser el faro de
mi torpe caminar,
guardo José tu
nombre aquí en mi pecho
para siempre
grabado con mi sangre.
Yo quisiera
llorar… pero no puedo,
las fuentes del
dolor se me han secado.
Solo me queda
perdonarte madre
el dolo del
silencio mentiroso,
besar tu blanca
frente centenaria
abuela de los
hijos que he tenido,
rincón de mis
momentos de niñez,
único amor del
hombre que es mi padre.
*****
Escrito por
Azpeitia José Antonio
en Málaga a 19
de Septiembre de 2017
dedicado a mi
padre piloto de combate
caído en acto
de servicio en el año 1939
de la Guerra
Civil Española y a mi madre
que cumplirá
cien años el próximo 5 de
Diciembre.
04 septiembre 2017
Pensamiento y Realidad
PENSAMIENTO Y REALIDAD
Ayer pedí al silencio que me hablara,
no supo responder ni que decirme.
Tampoco el tiempo dijo muchas cosas,
era un tic tac solemne y melodioso,
el ritmo que acompaña a las estrellas.
Del negro teclado quité las manos,
en mi pecho las puse, fue un instante
y sentí que me hablaba entre latidos
el lenguaje brutal del corazón.
Me dijo que el amor le da la fuerza.
Pues vive cada día en la esperanza
que el fuego que ilumina nuestra vida
no se apague jamás con el soplido
del viento remolón e indiferente
que llega desde lejos por sorpresa.
Volví al ordenador, que hoy es mi pluma
y un fondo de violines soñolientos
me devolvió la imagen de tus versos
teñidos de la fuerza de tu sangre
que corre por las venas de dos seres
nacidos del amor que nadie entiende.
Amor que a todos deja sin respuesta.
Escrito por Azpeitia José Antonio
para Amaya Martin mi compañera de viaje
al infinito que nadie puede borrar.
Málaga 3 de Septiembre de 2017
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