24 septiembre 2017

A MI PADRE JOSÉ PILOTO DE COMBATE EN UN AR-68 (ARADO) CAÍDO EN ACTO DE SERVICIO EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA






.A MI PADRE JOSÉ PILOTO DE COMBATE
EN UN AR-68 (ARADO) CAÍDO EN ACTO
DE SEVICIO EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Me subiste al azul entre las alas
de un ingenio alemán que nos prestaron
pensando en sus batallas los germanos.
¡El deber!… ilusión que nos invade,
que nos hace diferentes a los otros,
te puso en un camino tan incierto.
Fue una mañana sin luz del treinta y seis
la que trajo tras si… esta tragedia.
El vértigo fatal de aquella guerra
en mis genes dejó la marca al fuego
que nunca se borró pese a los años
de un espíritu voraz unido al riesgo
que siempre presidió mis avatares.
Derribaron tu avión de acero y lona
en un pueblo de España que hoy ignoro.
Los mandos militares no lo saben.
Aquel día fatal, no fui contigo,
en el vientre materno descansaba
ignorando que nunca ya tendría
en mis manos de niño tu ternura.
Llegaba en la Posguerra el frío invierno  
y un hospicio del norte me dio asilo.
No supe del calor que dan los brazos,
las monjas no regalan arrumacos.
Con el hambre pisando los talones
mi madre rescató mi débil cuerpo,
el bacilo de Koch dejó su huella
pude sobrevivir, fue milagroso.
La vida es muy difícil, no hay comida,
cartillas con cupón… ¡Racionamiento!
El pan negro que ensucia los manteles,
no llega para todos… ¡Eso es hambre!
Laberintos de piedras y lentejas
entretienen los ocios de cocina.
La cebolla es con sal, aperitivo.
Los colchones de borra llevan pulgas.
En ese maremágnum desolado,
nunca quiso decirme que existías.
Aunque muerto, perdido en las estrellas
yo te hubiera querido sin reparos,
sin palabras lo hubiera comprendido.
Parecía un pecado imperdonable
para una sociedad de falda larga,
para una sociedad de cartón piedra, 
de misa de las doce con mantilla.
Pasado el tiempo de los largos duelos
un padrastro me puso en el camino,  
que en alcohol y tabaco era un experto.
Él volvió nuestras vidas un infierno.
Abuelastros, tiastras, marionetas
llenaron decorados de mi vida.
Desprecio, indiferencia ¡No era suyo!
Una farsa vacía sin afectos.
Creí que era mi padre aquel farsante,
nadie quiso avisarme de aquel fraude.
Ayer me confesaste lo ocurrido,
no supe reaccionar, era muy duro.
Poner en el presente aquel pasado
resulta muy difícil a una madre,
que quiso resolver tantos problemas 
firmando en un Registro un nuevo padre.
Pasados hoy los años de experiencia,
no puedo comprender aquel engaño
postrado como estoy en el vacío.
Cómo hubiera querido conocerte,
tan fuerte, corajudo, enamorado
de la España que estaba malherida.
Esta tarde que pienso en lo que pudo  
y no pudo por causa del destino
ser el faro de mi torpe caminar,  
guardo José tu nombre aquí en mi pecho
para siempre grabado con mi sangre.
Yo quisiera llorar…  pero no puedo,
las fuentes del dolor se me han secado.
Solo me queda perdonarte madre
el dolo del silencio mentiroso,  
besar tu blanca frente centenaria
abuela de los hijos que he tenido,
rincón de mis momentos de niñez,
único amor del hombre que es mi padre.

                        *****

Escrito por Azpeitia José Antonio
en Málaga a 19 de Septiembre de 2017
dedicado a mi padre piloto de combate
caído en acto de servicio en el año 1939
de la Guerra Civil Española y a mi madre
que cumplirá cien años el próximo 5 de
Diciembre.

04 septiembre 2017

Pensamiento y Realidad



PENSAMIENTO Y REALIDAD

Ayer pedí al silencio que me hablara,
no supo responder ni que decirme.
Tampoco el tiempo dijo muchas cosas,
era un tic tac solemne y melodioso,
el ritmo que acompaña a las estrellas.
Del negro teclado quité las manos,
en mi pecho las puse, fue un instante 
y sentí que me hablaba entre latidos
el lenguaje brutal del corazón.
Me dijo que el amor le da la fuerza.
Pues vive cada día en la esperanza
que el fuego que ilumina nuestra vida
no se apague jamás con el soplido
del viento remolón e indiferente
que llega desde lejos por sorpresa.
Volví al ordenador, que hoy es mi pluma
y un fondo de violines soñolientos
me devolvió la imagen de tus versos
teñidos de la fuerza de tu sangre
que corre por las venas de dos seres
nacidos del amor que nadie entiende.
Amor que a todos deja sin respuesta.


Escrito por Azpeitia José Antonio
para Amaya Martin mi compañera de viaje
al infinito que nadie puede borrar.
Málaga 3 de Septiembre de 2017