LA AVENTURA DE
LA VIDA…
Un día de este siglo, fundé este enlace
la Web ilusionante que aún mantengo.
Un mundo de poemas variopinto.
EMBAM quise que fuera algo profundo
un nombre sin raíces conocidas
exótico de un África lejana.
En lengua Ecuatorial - bella- traducen
los Pámues de Guinea de otro tiempo.
Recuerdos de una España diferente
muy lejos de los cantos fratricidas
que adueñan las gargantas de unos cuantos.
Un mundo complicado, mil enlaces.
La Red es de una araña que te envuelve
curiosos y poetas, arlequines,
letrados diletantes de salón
almas sensibles que buscan soledad.
Adictos a este blog más de ochocientos,
doscientos veinte mil los visitantes.
De América total, también de Europa
de China, de Japón, norte de Australia
del África profunda algún mensaje
de un barco en el Atlántico perdido.
Me crece la ilusión…leo y me leen.
El sueño que jamás tuvieron otros
cautivos del azar y sus miserias
hoy tengo entre mis manos ¡No lo creo!
amigos, compañeros, buena gente.
Un ángel me llegó,
entre aquellos versos.
“Detodocorazón” Así iba escrito
la imagen, la de un ángel reposado
en grises, sin colores pretenciosos.
Que extraño es el destino en sus visitas.
No pude imaginar nunca la suerte
que viene y te acaricia asustadiza
y acaba por marcharse de puntillas
sin nada que retenga su presencia.
¿Será este su aposento para siempre?
Los besos y los versos se cruzaron.
Un duelo de dos seres en las nubes
un limbo de ilusiones timoratas
que tardan en fraguar en dura piedra
el sólido cimiento que no rompe
que puede sostener a lo que nace.
Hurgando en un pasado de aventuras
trajimos lo de atrás hasta el presente.
Lo escrito crucifica soledades
rebeldes sinrazones de lo fútil
permiten separar paja del grano
con poetas construyendo sus ensueños
en noches que no duermen en sus manos.
La suerte estaba echada, en pie quizás
con bridas, con estribos que la amarran.
ALEA IACTA EST… ¡A quién le importa!
¿Un diálogo en un libro de poetas?
que dicen que se quieren ¡Que aburrido!
El cuerpo del delito, un amor loco
que busca hacerse eterno trascendente
un lúdico placer ilusionado
del tiempo que transgrede cualquier cosa
que deja espacio justo a los deseos.
El libro el árbol, un hijo o quizás dos.
Y así sin ofender a los que esperan
lo mejor de nosotros… tantas cosas
dejamos en sus caras la sorpresa
dejamos que este río vaya lejos
a un páramo entre valles de ilusiones
abriendo las compuertas del destino
torrente atormentado que desborda
sembrando los pasillos que atraviesa.
Semillas que se asoman sorprendidas
recorren vericuetos sinuosos
que buscan gineceos que completen
el círculo vital de nuestra esencia.
La vida toma forma y se aposenta
en el claustro sagrado… misterioso
de un vientre de mujer siempre acosado.
Rezar en ese claustro no es posible.
Quizás no entiendan otros lo que expreso
o ajeno les resulte lo que digo.
Detrás está la puerta que entreabierta
no deja que se escapen los secretos
concubina celosa es de la Parca.
Allá en la lontananza hay algo escrito
no entiendo lo que dicen agoreros
las brujas de Salem, los Akelarres
dibujan en el aire fantasías
palabras cuneiformes, jeroglifos
grafitis de un pasado muy remoto.
Hacer cosas de tierra con las manos
tejer urdimbres para hacer las mantas
tallar viejas piedras, fundir metales
son siglos de constante servidumbre.
Prosaico el devenir de nuestras vidas
nos hacen alejarnos de la lábil
fragancia que construye los poemas
la extraña prosa del verso en poesía
que hoy tan sólo entendemos los ilusos
y todos consideran como inútil.
Mas sólo del amor nace la vida.
Escrito por - Azpeitia, José Antonio -