La mujer lleva dentro de si, un tesoro de amor y dulzura que solo quien lo sabe entender, es capaz de arrancar su hermosa melodía..... Esta poesía es algo más…es una oración al amor puro…desnudo…desinteresado…abierto…sin coartadas…azpeitia
Poesía escrita y recitada por - azpeitia -
Poesía escrita y recitada por - azpeitia -
REZAREMOS…
Entierra tu mar de secretos en mi piel,
lléname con tu inocencia de álamos verdes.
Con la pureza cristalina de tu alma desolada,
llévame al camino de tu inmaculada virtud.
Enamora mis silencios, de un pecado azul
que nunca cometí…Signo brutal de lo que es limpio.
En la paciencia de la noche contemplo tus anhelos,
tus versos nunca escritos, la magia de tus manos,
hurgando el infinito, buscando madreselvas
que nacen de tu río que arrastra mi destino,
al mar de tus deseos. Hoy quiebro mi pasado,
lo hago añicos con mis olas, lo destrozo entre los dedos.
Desnuda en tus candores, quiéreme fuerte,
que la hiedra de tus versos se apodere de mis besos,
que me invada, que me inunde, que me abrace,
que me ahogue… sin remedio.
Bajo las sábanas blancas,
se sumergen nuestros sueños,
se redime la ventana,
que juega con el sol… que ya está ciego.
Tus manos buscan las mías…
El pecado de querernos no se acoge a letanías,
no existen las penitencias para el pecado de amarnos.
Mi amor busca solsticios,
de ardientes veranos, en la arena de tu sombra.
Es mi fuego derretido, que se sumerge en tu pecho,
que me quema, que te abrasa…
Cuerpos de hierro fundidos.
No le caben más peldaños, a la escala de tu alma.
Se me escapan, se me pierden entre nubes de suspiros,
de silencios desteñidos.
La luz que quiebra las puertas, rompe misterios.
La cárcel de mis versos está abierta.
Vuelan locuaces las voces calladas,
gritan, braman, lloran, trinan,
buscan los campos feraces…
de tu tierra nunca hollada.
Llueven palabras del cielo a mis poemas.
Los pájaros solfean a Beethoven,
les nacen amapolas a las piedras,
la Luna lleva agua en sus caderas.
Ayer tuve vacíos los bolsillos…
hoy tengo… las manos llenas.
Te miro y me extiendo, me hago grande,
infinito. Invado espacios, invado sueños,
arrastro poesías por los mares, por la bruma, por el barro.
Me quedo en el éxtasis brutal de un beso eterno,
de tus labios unidos con los míos,
sin pausas ni descansos que lo apaguen.
Abarco el horizonte, lo aprieto, está muy lejos,
se hace agua, se hace aire, se hace tierra.
Me despeño en las vertientes de tu alma,
en los vértices sensuales de tu cuerpo,
en la inmensa grandeza de tus versos.
Todo es calma, sosiego de lo eterno,
promesas en palabras que se cumplen,
destellos del amor que es verdadero.
Resuenan en el aire los deseos,
campanas de una Iglesia que nos llama,
que reclama los “oremus” de otros tiempos…
genuflexos, meditando lo que somos,
preguntándole a las piedras sus recuerdos.
Cogidos de la mano rezaremos,
al dios del universo, al dueño de lo inmenso…
Pediremos por todos, por nosotros…
Rezaremos, despacio, reverentes…
a un dios que no entendemos.
escrito por –azpeitia- el 18 de Abril de 2010