Apenas tenía diez años cuando escribí los primeros versos que leeréis dentro de esta poesía, es un recuerdo que no he podido dejar atrás y que recoge toda la tierna ingenuidad de aquella época en la que la vida era una incógnita, un misterio que a duras penas entendíamos.
-azpeitia-
MI PRIMER VERSO…MI PRIMER SUEÑO…
Mi primer verso…fue mi primer sueño infantil…
Hoy es una hoja amarilla oxidada por el tiempo.
Daguerrotipo de pluma y tintero de torpes rasgos,
entre azules y negros inclinados…
que se asomaron al mundo sorprendidos…
Los pies colgando en el pupitre viejo
de un niño inquieto que nunca miró el suelo.
Un aula llena de antiguos crucifijos,
de mapas de hule ajado, con ríos y montañas.
Del frío sacrosanto temor a nuestro cuerpo,
causa común de pérfidos pecados, de extrañas letanías.
¡Ah! sí… y la mosca pertinaz, impenitente…
Una mosca traviesa que se ahogaba cruel sin alas,
en la tinta negruzca de mis letras,
y dejaba sobre el papel, rastro mortal de su ignorancia…
el dibujo caprichoso de su suerte.
El cura rezongón me miraba atravesado, inquieto.
No escucho su sermón, estoy ausente…
Mi mundo no es de aquí…está en otro planeta…
Escribo sin oír su plaga senil de admoniciones…
Escribo y escribo…ya estoy soñando…mi vuelo seguirá…
“Negras nubes han envuelto,
Las torres desnudas frías
De mi castillo encantado…
En sus paredes de losa
En mil resplandores refleja
la luz de un rayo lejano…”
¡Que escribes necio!...me dijo,
¿Es que no estás escuchando?...
Un impulso que me llegó inexorable, quizás de siglos
de genes ignorados de otros seres
zurciendo los primeros mimbres de luces y sombras,
que cautivaron mi alma para siempre…para siempre.
…….”En la vida somos olas
que nacemos en el mar
y ansias los acantilados
donde se van a estrellar”…..
Es una llama brutal que todo lo envuelve
que nunca se apagará,
que quema los rastrojos, que purifica venial lo que toca,
que acosa al sol de las madrugadas,
a la luna que asoma en el día sin permiso,
que viste inmaculada a todo cuanto me rodea…
Vértigos de paz en el abismo de lo inmenso,
que nadie podrá ya nunca ensuciar.
Hoy soy fruta madura dulce para tu boca de sed.
Me quiebro en tu fina cintura de espiga
mecida por el viento del crepúsculo rojo y azul…
donde sucumbe la tristeza torpe de lo negro.
Hoy poeta compañera de infinitos deseos,
de caminos encontrados, busco junto a ti un poniente abierto…
presos en la poesía que nos unió irremisiblemente.
Vacío mi caudal de palabras anudadas en las nubes
de lluvia y estío de mi verde norte…
De versos como flechas cómplices de mi amor
en tu corazón de seda y oro hasta que se desangre
y me arrastre lentamente a su seno…
escrito por -azpeitia-