INVIERNO…
Son las cuatro…estoy despierto,
siento que fuera hace frío.
La lluvia repiquetea
emocionada de llanto
sobre el tejado que cubre
todo lo que estoy pensando.
Asumo las consecuencias
de quererte así, de pronto
como queremos los hombres
a la mujer que nos llega
que atenaza voluntades
que redime desvaríos,
que nubla el entendimiento,
que nos hacer sentir niños.
Tu sabes por qué lo digo…
Hoy se apodera de mi
ese extraño sentimiento
de saber que eres distinta,
que tu espíritu me inunda,
me hace tuyo, sobrepasa
las fronteras, mis defensas,
que aparea pensamientos
unidos en un poema,
como el hijo que nos nace
a dos seres tan distantes
que se igualan cuando sueñan.
Así siento yo tu alma
sumergida en lo más hondo
como parte de mi esencia.
Si somos uno, no entiendo
por qué la suerte es tan necia,
por qué la suerte ha tardado
en unir nuestro destino.
Si todo ya estaba escrito,
nadie podrá deshacerlo,
el fuego ya está prendido.
Son las cuatro…estoy despierto,
siento que fuera hace frío.
La lluvia repiquetea
emocionada de llanto
sobre el tejado que cubre
todo lo que estoy pensando.
Asumo las consecuencias
de quererte así, de pronto
como queremos los hombres
a la mujer que nos llega
que atenaza voluntades
que redime desvaríos,
que nubla el entendimiento,
que nos hacer sentir niños.
Tu sabes por qué lo digo…
Hoy se apodera de mi
ese extraño sentimiento
de saber que eres distinta,
que tu espíritu me inunda,
me hace tuyo, sobrepasa
las fronteras, mis defensas,
que aparea pensamientos
unidos en un poema,
como el hijo que nos nace
a dos seres tan distantes
que se igualan cuando sueñan.
Así siento yo tu alma
sumergida en lo más hondo
como parte de mi esencia.
Si somos uno, no entiendo
por qué la suerte es tan necia,
por qué la suerte ha tardado
en unir nuestro destino.
Si todo ya estaba escrito,
nadie podrá deshacerlo,
el fuego ya está prendido.
Escrito por –azpeitia- en la fría madrugada
del día 21 de Diciembre de 2009 desde
Zuhaitz-Ondoan
del día 21 de Diciembre de 2009 desde
Zuhaitz-Ondoan