APAGARÉ LA LUZ…
Apagaré la luz de la esperanza
en esta tarde gris sin asideros
que sostengan de pie lo inevitable.
La rueda es la fortuna que no para,
está siempre rodando impenitente
está siempre rodando impenitente
se aleja, nada puede detenerla.
No titubean las fuerzas que me
empujan,
me arrastran a un vacío sin retorno,
no espero que devuelvan lo que es mío.
no espero que devuelvan lo que es mío.
Escrito está, me dicen los
presagios
que rumian entre labios los
conjuros.
Me quedan las palabras desvestidas
que tiemblan ya del frío que se
cuela,
y no alcanzo la fuerza de
abrigarlas,
precisa en este instante doloroso.
Quiero mirar atrás, pero está
oscuro,
parece que el pasado ya se ha
muerto.
Desierto es el camino que me espera
Gritar no pienso… ni pedir ayuda.
Orgullo de saber lo que es injusto,
muy despacio se irá con mis
recuerdos
a ese lugar, de donde nadie vuelve.
Es mi estudio tan lleno de
ilusiones,
un montón de papeles en desorden,
amarillos del tiempo que ha vencido
la blanca palidez de los escritos
a un amor imposible, naufragado.
Las llaves perezosas de su puerta.
no muerden con sus dientes el cerrojo,
ya nadie podrá entrar, hoy está muda,
se quedará cerrada para siempre,
ya nadie podrá entrar, hoy está muda,
se quedará cerrada para siempre,
guardando entre paredes sus
secretos.
Mi cuerpo hecho un manojo se
apretuja,
sujeta con los brazos sus dos
piernas.
La bala que lo cruce, está durmiendo…
Escrito por - azpeitia -
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