TRES POESIAS EN UN POST...

TU ME ALIMENTAS EL ALMA…


Tu me alimentas el alma
en tardes de lluvia triste
con poesías que bullen
que danzan entrelazadas
que me adentran en tu ser
en lo profundo, en lo hondo,
que me dicen entre líneas
las cosas que no me hablas.

Arabescos de tus manos
que dibujan en el aire
que escriben de madrugada,
cuando se apagan las luces
y se despiertan las ansias.

Alabastro de tus dedos
que construyen, afianzan,
curan, acarician, calman
el dolor que nos inunda,
que inspiran…
que dan confianza.

Deja que sueñe esta noche
donde se visten de vidrio
las madrugadas heladas.
Donde la nieve no es blanca,
los besos son añoranzas
de amores que se quebraron
en esquinas olvidadas.

Deja que el agua se lleve
los recuerdos, el dolor,
lo que no mueve la vida,
la envidia que todo pudre,
el daño que no quisimos.

Abre las puertas sin miedo,
que el aire todo lo inunde.
Tu me alimentas la vida,
tu me alimentas el alma…

Escrito por –azpeitia- en Jaén

Este Soneto se llamará por su rima original Soneto Guipuzcoano, ya que me he permitido introducir una variación sobre el clásico Soneto Italiano, sin alterar los 14 versos endecasílabos. Con el fin de adelantarme a mis finos lectores, que rápidamente encontrarán la variación os la indico de forma gráfica:
Soneto Italiano: ABBA – ABBA – CDC – CDC
Soneto Guipuzcoano de azpeitia: ABBA – ACCA – DED - EDE




Ayer tu amor….

Ayer tu amor, me resultaba un sueño,
deseos y destinos de mi alma,
lo tuve entre mis manos, en la calma
que nunca llegaría a ser tu dueño.

No me importó morir en el empeño…
que no supieras jamás que te quería…
Desde el primer instante de aquel día
en el que oí tu voz, fuiste despeño

de rocas de mis ansias, mi desvelo.
La fuerza que movía mi destino,
senderos que llegaban a tu cielo.

Hoy son tus besos de sabor salino,
milagros de la noche sin su velo…
Andamos ya los dos por el camino…

Escrito por - azpeitia - desde Zuhaitz-Ondoan un día de viento del Oeste aguerridamente bravo a 14 de Enero de 2010

En el Jardín de la vida…

En el Jardín de la vida,
cuando llueve el agua mansa,
se apagan las amarguras,
nos crecen los sentimientos.

El amor que nace libre,
Tiene enemigos certeros.
En la distancia está el hueco
que se abre entre las manos,
incomprensión que domina,
que sojuzga a los más cautos.

Una atávica costumbre…
la de morir en sus brazos.

Como en una rima loca
de encabritadas palabras,
inconexas, demudadas,
a la vida la desnudan,
la llenan de agujeros negros,
que tragan engullen, beben
las fuentes que nacen limpias…

El amor les nace muerto…

Descabellado el abismo
que nos espera impaciente.

Debilidades enormes
en el altar de la pena…
¡Abrázame, no me sueltes!…
deja la puerta cerrada,
que no pase nadie… ¡no!
¡Cierra que la noche hiela!...

Escrito por -azpeitia- en Jaén