MIRO ATRÁS Y NADA ESTÁ EN SU SITIO….
(Poema para navegantes distraídos por lo efímero…)
Miro atrás…despacio
a un mundo cerrado sin alas
de manos abiertas desfallecidas
en el declive de las magnitudes
que dominan la tierra.
La tarde que ya es noche…
aprieta sus dientes en mi espalda
urgiéndome a una dolorida prisa
que viaja sin sentido
sin aliento
cuando los cultos divinos
ven derribados sus altares.
Miro atrás…despacio
y nada está en su sitio.
La luz juega injuriosa con formas
oblicuas primigenias,
todas descoyuntadas sin nombre.
Las cosas que ahora vemos
no son lo que parecen, profetizan
aparentes labios rojos...
Lo oscuro las confunde,
las mueve sugerentemente bellas.
Recojo con mis dedos
el rayo del almendro en flor
filtrado en los recuerdos…
de sol y nieve blancos.
Los últimos quizás que reconozco.
No sé si fue un invierno,
de un seco y duro cierzo
creciendo bajo tus ojos enormes
abiertos.
Ahora después de tanto anhelo…
La rabia tremenda del hastío
me pisa los talones.
No quiero que me inunde el desaliento,
violencia de ese viento innegociable
que arranca de mi cuerpo sus ijares.
El gris sabor que amarga mis palabras
se acuna en la evidencia,
indecisa como las hojas muertas
de un circulo vicioso,
que empieza… donde todo acaba.
Ruindades que atraviesan enaguas virtuosas
de códigos violados, de leyes amputadas
que empujan a los hombres
a calles sin salida…
desiertas.
Me queda el “Que dirán” famoso
de los que nada entienden
de los amigos con los ojos tristes
de un fuego mal apagado…
La fácil desvergüenza de los que vuelan alto.
El triste porvenir de jóvenes perdidos
en lecciones magistrales de necios diletantes
de pizarra y tiza...
que un día leyeron aturdidos
a Feuerbach y Engels.
La falta de moral como bandera,
hoy rota, desteñida, hecha jirones,
se desangra,
anota en borradores de la historia
los muertos que “no pasan” su factura
que viven en precario para siempre
en fosas sin lujuria.
Que atados al olvido de los vivos,
navegan como un río desbordado
sin riveras,
ebrios de mirarse en los viñedos
que nunca darán fruto.
Abdico de mi ropa de mentiras,
¡Me desnudo!
¡Qué opaco me resulta el tiempo inútil!
No quiero proseguir en este juego
que acerca a un porvenir violento y frío
con puertas entreabiertas a la muerte,
a tormentas de violencia.
Me llenan de etiquetas y de avisos,
distingos que nos hacen desiguales.
Derechos amañados, pervertidos
en un campo sin flores
que ya huele a podrido.
Astucia maniquea marca el precio
de los pasos que doy con pies de barro
sobre igualdades manchadas con la fácil sangre
de los que poco saben, ni sabrán nunca,
que murieron ayer, que morirán mañana...
No hay espacios que no traigan su advertencia,
sugiriendo sanciones o castigos,
limitando albedríos olvidados,
callejón donde muere la esperanza.
Lo cobarde se esconde entre palabras
con velas blancas.
El engaño se viste, se acicala
y se alía embelesado del brazo de traiciones
que rompen las entrañas de la tierra.
No es muy fácil entender de sentimientos.
Ser poeta es empeño delicado.
Inocente soñador entre horizontes,
el ayer de hace tiempo, fue ignorancia.
Iluso de quimeras sin sentido,
buscaba entre jazmines hierbabuena…
el murmullo de una voz lejana
la gruta de un abismo azul
entre las olas.
Abierta la ventana…Hoy quiero aire…
Que mi cuerpo no tenga más fronteras.
Que mi piel se estremezca en tus caricias,
con el lábil susurro de la brisa...
El árbol no acude a mi llamada por su nombre
como perro faldero de su casa.
Se pierde entre sus ramas distraído
del cálido gorjeo que lo habita.
Otrora puse apodo a lo visible,
tremendo contubernio de palabras
pretender que me atiendan si los nombro.
En mi centro vital lleno de notas,
mi todo emocional es de otro mundo,
de imágenes reales que se funden sin preguntas,
que equidistan de espacios creativos,
que buscan en lo absurdo de la vida,
los lugares comunes aburridos
que a fuerza de usarlos sin enojo
se puedan despertar
de su eterno sueño...
Patético destino ser poeta,
hurgar en la basura de lo inútil
hacer que sea bello lo más zafio,
hacerle a la palabra un nuevo traje,
vestirla de lo bello, lo sublime.
Sumido en esa cama
de mis pensamientos torpes,
trato de encontrar una salida cierta
en un camino digno entre las piedras
que despierte las conciencias.
Busco renovar lo que está muerto,
reavivar las gargantas acalladas
por la espuma de las olas.
Perdido en el tacto ciego
de lo que es la vida
que actúa instintiva sin hacer remilgos
en una dirección… siempre la misma,
trasciendo lo aparente, lo quiero inmenso
repleto de vivencias.
El ente superior,
ese ente extraño
dios de la nada en el espacio
que mueve lo que existe,
será siempre un misterio
misterio sin milagros
sin glorias remilgadas
de ángeles sin sexo,
de huríes entregadas.
Se muestra, como un dios,
indiferente, frío,
ajeno está a nosotros,
gobierna con firmeza,
nos marca inexorable
destinos que son duros.
Deseos incumplidos,
los de todos.
Perdidos en la niebla,
el puerto que buscaban no alcanzaron.
Seremos en la arena de la playa
poema de tristezas o de alegres delirios.
Estrellas fugaces apagadas
en un mar aterido por los sueños…
Escrito por - azpeitia -
11 comentarios:
Que nada siga en su sitio y que a cada paso seamos capaces de dar aliento a lo vivido, estrujando al máximo la realidad que nos rodea, invirtiendo en lo infinito..... Un beso Azpeitia
.
Vi tu poema en Facebook. Ahora aqui. Bellos versos.
Saludos,
Ana Lucia
.
mi querido amigo,pues anduve por allí,en las redes y partí!!!!
ay que bello poema,cómo se hace?
un abrazo
lidia-la escriba
blog actualizado
AMIGO IMPRESIONANTE POEMA!GRACIAS
UN ABRAZO
LIDIA-LA ESCRIBA
BLOG ACTUALIZADO,AUN NO PASES
Un poema,intenso.Demoledor.He de releerlo.
Un saludo de tiempo ausente
"... Perdidos en la niebla..." , sobre todo. Extraordinario, como sueles hacerlo siempre... Y siempre das en la diana.
Un abrazo
ESTUPENDO!!!!QUE MAS?...GRACIAS!
BUEN FIN DE SEMANA
LIDIA-LA ESCRIBA
Nunca los sueños se perderán en el mar sólo flotaran hasta llegar a la orilla de algun@s que como tú, los sequen escribiéndolos para que vivan.
Buenos versos ,abrazos de A.Dulac
Un verdadero lujo leerte…
Bsos…
un placer volver a leerte.
Creo que todos tenemos ese navegande perdido...hermoso poema mi querida amigo poeta!!!
un abrazo
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