APAGO
LA CIEGA LUZ…
Apago
la ciega luz de la incertidumbre
que
se estremece y parpadea temerosa
ante
la ignominiosa ignorancia
de lo evidente.
Abrazo
el frío que se cuela voraz
por
las olvidadas ventanas
abiertas
sin piedad al norte de la calle.
A
fuera, la canción del aire no se cansa.
Es
un desmayado acordeón,
mendigo
de tristes esquinas,
que
sigue el monótono ritmo
de
las gotas de lluvia.
El
miedo una vez más, se ha quedado fuera,
no
se ha atrevido a entrar.
Hoy
sin más preámbulos,
voy
a cortarle el teléfono a la muerte.
escrito
por Azpeitia José Antonio
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