en un mundo de mentiras
que nadie entiende, pero que gozan
de ellas los humanos cada amanecer.
La primigenia Mónada de nuestro
genial Leibnitz, llena el Océano infinito
de vacíos de Dirac, con todas
las locas incertidumbres de Heisemberg.
Después la tarde se hace gris, oscura, opaca,
y todo se adormece...
Azpeitia, José Antonio
Annus Domini 2019 d.C.
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