La vimos
azul…sí…oscureciendo…
La gente
nos ha dicho que es mentira
que era
un bucle de galaxias sin final
bebiendo
los deseos incumplidos
cuando
pasa la vida en un instante.
Pusimos
en su cara nuestras manos
como el
dedo que tapa al sol brillante
por
coger los colores de lo oscuro
que se
esconden y nunca dan matices.
Es la
noche que todo nos lo eclipsa
culpable
de que nadie pueda verlo.
Son
aullidos a la luna que es azul,
espejo
de esta tierra enamorada.
Suspiros
son… perdidos en lo inútil
de un
planeta que gira y se lamenta
tratando
de acortarle las distancias.
El ciclo
sideral marca las pautas,
Sélène
se separa muy despacio,
mañana
no estará donde la vimos.
No
quiere saber nada de nosotros,
mañana
será blanca nuevamente.
Escrito
por Azpeitia, José Antonio
en el
año 2019 después de Cristo.
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