LA
TRAICIÓN…
Se afilan
las espadas y cuchillos
en la
lóbrega quietud de las traiciones.
Se apagan
las luciérnagas que empujan
la mano
seductora que asesina.
No quiere
que la vean empuñando
la daga
cachicuerna que dibuja
el arco de
una iglesia sin ventanas.
Desanclar el
puñal que está clavado
no impide
que la sangre se vacíe
que corra
por la espalda del vencido
que llora
la traición amargamente.
No
entiende que las nubes sean blancas
que la
brisa del amor se haya escapado
por el túnel
oscuro de los miedos.
La muerte le
sonríe complacida
acude
lentamente va sin prisa.
No se oye
el corazón, pues balbucea,
escucha
que lo llaman de muy lejos.
El rojo
carmesí lo inunda todo,
volver la
vista atrás ya no le sirve
las caras
sonrientes son espectros
del rojo
hasta el violeta que diluyen
las vagas
ilusiones del pasado.
Del Dios
tan prometido no hay noticia
se encuentra
muy ocupado en otras lides
son tantos
los que llegan abrumados
por
pérfidas traiciones, desengaños,
que el
limbo de los justos está lleno…
El limbo
de los malos es inmenso
la ayuda es
a los buenos… ¡Sí, son muchos!
El Juicio del
Final no tiene fecha
se anuncia
con trompetas y atabales
recuerda
al de los jueces de este mundo
que dejan
en el sueño de esos justos
legajo
tras legajo amontonados.
Serán más
de mil siglos celestiales
del
péndulo que oscila y que no vuelve
la espera
invertebrada… de lo eterno.
Sanedrines
con música de estrellas
que
juzguen a los buenos y los malos.
El tiempo
en este lado ya no existe
espacios
infinitos los rodean.
No hay
rastros del infierno prometido,
el cielo
está aún muy lejos de este limbo.
Algunos,
se alimentan con los panes
del crimen
cometido entre los suyos
del vino
de los vicios consentidos.
Los otros
que sirvieron con esfuerzo
ocultan la
bondad de su existencia.
A veces
cuando sueño me aparecen
las almas
de los seres más queridos
y quiero
confesar que me lo cuentan
con un
gesto feliz y resignado
que allá
de dónde vienen hay silencios
y un
páramo de paz… que yo no entiendo.
Escrito
por Azpeitia, José Antonio
en el
otoño del 2019 d.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario