LAS
FRÁGILES PALABRAS…
Carnaval
de palabras inconexas
perdidas
en un páramo sin brotes,
deciden
disfrazarse sin recato
de
frágiles insectos voladores
que
liban al azar sin miramientos.
Mariposas
vacías que recorren
sin
ser vistas, las calles transitadas,
se
cuelan atraídas por el polen
de un
viejo poeta desquiciado.
A todo
lo que intenta, ellas se oponen,
no
quieren maridarse, lo detestan,
no
admiten este mundo del desorden.
Siguiendo
su camino de experiencias
acuden
esta vez, a un vate joven.
Con las
ansias de estar en El Parnaso
concibe
desquiciadas expresiones,
que
alían rubio trigo, con bananas,
las
rosas irisadas, con las coles.
En ese
desencuentro tan frustrante,
deciden
rebuscar en otros nortes.
Encuentran
al final lo deseado,
político
pulido, muy cortés,
que
sabe domeñar a las palabras;
las
desviste, maquilla, sin corsé,
las
lleva al Parlamento así desnudas;
no
sienten la vergüenza con el roce
de
otras que provienen de mil bocas.
Ahora
viven contentas con el hombre
que no
siente desdoro de sus actos.
Un
canto a la alegría, de la torpe
cantata
de mensajes mentirosos,
que a
todas las maneja y las corrompe.
Escrito
por Azpeitia José Antonio
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