No es verdad que te hayas ido, te
esperamos.
Hoy partiste a la del alba, sin
misterios
en silencio, sin arpegios, sin sonatas
sin lamentos plañideros, levemente.
Mudo adiós de suspiros que son viento
del sereno saber que tú has dejado
a este lado del mundo, sin consuelo.
Ese hermoso jardín que ayer plantaste
un frondoso bosque de árboles recios
de verdes ramas de frutos nuevos
simientes tuyas, que pueblan tu alma
que tú regaste ayer, con llanto y agua.
Nos queda el recuerdo de tus recias manos
apretando vidas, sujetando riendas
de tus tiernos besos de rocío y trigo
calientes abrazos de aquel crudo
invierno
palabras que liban la miel de estos
versos.
Te has ido despacio, como siempre hacías
dejaste una nota, de blanco, sin tinta.
Hoy sabemos madre lo que nos amaste
lo has dejado escrito con letra muy clara.
Escrito por Azpeitia, José Antonio
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