LA LUZ SE HACE CAMINO
Divago por las calles sin destino
me gusta respirar de las paredes
el vaho que desprenden de hace siglos
es algo que me llena que me inspira
que nutre mi sentido aventurero.
Navego como un barco a la deriva
un loco capitán sin tripulantes.
La noche se abre paso sin modales
mi paso suena hueco, no hay vecinos
se han ido a descansar, hoy hace frío.
Me meto en una calle muy estrecha
la
luz se hace camino en la calleja
que
angosta se dibuja entre las sombras.
Me paro a contemplarla en su misterio.
Medito,
la pregunto y no responde.
callada
como está... es tan discreta
que
siento que me dice lo que piensa.
Ventanas
que la adornan, no me miran
los
párpados cerrados ¡Es muy tarde!
Quisiera
adivinar lo que me ocultan
que
seres tan distintos las habitan.
Nadie
podrá decir que no es hermosa
que
en los días de gloria fue importante
fue
calle principal de mercaderes
plateros,
cordeleros, aguadores
la
Ceca que acuñó ricas monedas.
Paseo
muy despacio sin premura
me
gusta desvelar lo que ella guarda
celosa
de una historia tan antigua
me
cabe preguntar a mis adentros
quien
pudo desgastar las viejas losas
que
cubren el camino de mis pasos.
Llegado
a su final, me vuelvo y miro
me
gusta recordar lo que es tan bello.
Si
no vuelvo jamás, aquí lo dejo.
Escrito por - Azpeitia, José Antonio -
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