ESTIRAR
EL TIEMPO…
Estirar
el tiempo que se apoya en el espacio
apaga
la paciencia del inquieto soñador de eternidades
del
que quiere tener lo que no alcanza
subiendo
una escalera sin peldaños.
El
tiempo se está quieto, espera en cualquier sitio.
Nosotros,
recostados en la vida
dejamos
que el espacio ciña al tiempo.
El
tiempo, que nos mira, urge sus tretas
nos
promete un vasto espacio sin relojes.
El
espacio, no se mueve
nuestra
pausa le sorprende, le da risa.
Son
muy lentos los péndulos amables
un
viejo vals de siglos a sus espaldas
invita
a que bailemos a sus ritmos.
Mañana,
cuando unamos nuestros labios
dejaremos
el espacio suspendido
de
este tiempo inexorable
que
mide nuestros pasos.
Mañana,
cuando unamos nuestros cuerpos
ya
no habrá espacio
como
en cada amanecer
renacerá
la
vida que soñamos.
Escrito
por Azpeitia, José Antonio
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