03 diciembre 2021

 


                                          



                        ESTE VERSO ARDIENTE…

 

Este verso ardiente que vive y que muere

que quema mis manos.

Verso de un momento, impromptu perpetuo

que crece y se anida

te envuelve, te quiere

se derrama dentro, cobija deseos

resiste… me habla, me dice temblando:

 

                ¡Acógeme pronto

soy sólo un instante

si tardas me pierdo!

 

¡No me olvides! Grita

 ¡No me dejes! Llora

 

Yo lo abrazo fuerte

lo visto de alas,

de viento

de agua

de luz

de recuerdos.

 

Lo escribo despacio

corrijo… lo entiendo.

 

Es hijo engendrado en noches de insomnio

pródigo mendigo que asume destinos

de teclas y cables de códigos ciegos.

 

La Red o la Net

ya no importa el nombre

lo acoge en su seno

lo lleva en sus megas

sumergido en ellos.

 

Hoy marcha viajero

a espacios sin fondo

pues nadie ha soñado

lo que nadie ha visto

la Red es tan densa.

 

Viaja al infinito.

 

Ahora ya está lejos

llamará a mil puertas

puertas que a mi espalda

son otras mil vidas

para consolarlas

vestirlas de sueños.

 

Dormirá mañana en brazos distantes

en labios sedientos, en ojos de almendra

llorando la rima de este pobre verso.

 

Morderá silencios

cautivos momentos, anclados al aire

moverá recuerdos.

 

Las almas vacías

locas de añoranzas

tendrán su consuelo.

Las almas vacías

lo abrazan, lo adoran

lo quieren…ya es suyo.

¡Que gozo leerlo!

 

Habla tantas cosas

cosas que ellos tienen

¡No saben contarlas!

 

-¡Eso es muy difícil!-

 

Dicen entre dientes.

 

¡Ojalá supiera escribir como leo!

 

El verso perdido se fue para siempre

ahora ya no duerme, se ha marchado al cielo.

 

Ahora es poesía, poesía en serio.

Ha viajado tanto

que muchos la entienden

ya no hay mas misterios.

 

Sólo tengo un ansia

que llegue a su casa

no sé dónde vive

tampoco su nombre

nunca me lo ha dicho.

 

Cuando ella lo lea

lo coja en sus manos,

le bese la frente

lo sienta muy dentro

dos lágrimas limpias

llorarán su cara

dos lágrimas limpias

valdrán lo que siento.

 

 Escrito por – Azpeitia, José Antonio - 

 

No hay comentarios: