HABLAR POR
HABLAR…
(Minueto en do sostenido por
el aire)
Hablar de todo un poco
es mi condena
no importa lo que diga
tampoco que se entienda.
La cruz sin el buen Cristo
en palio de cajón desnudo
de viejos flecos adornado
está pidiendo credos.
El rojo verdinegro
que adorna las sotanas
la capa pluvial
de un viejo obispo
envuelve los pecados
sin el -Ego te absolvo
a peccatis tuis in nomine
Patris…-.
El negro sol de la mentira
pone su rey
sobre un tablero grande
de cuadros blanquiopacos
que jaquea a timoratos.
Que lo que nunca dije
se amontone
aparque en las planicies
de días apocados
grises de nieblas andrajosas
¡Que nunca resucite!
Locuras en olvido
que se amuerman
se diluyen en un río
sin riberas
de rocas verticales.
Que el verbo que yo invoco
sea distinto, contundente
su tono verbiforme
caricia amable
grito enmudecido.
Secuencia de vocales
desprendidas del tallo
principal
sin consonantes.
La dura realidad será vencida
sumida en la marea de los años
bisiestos que no cuentan.
Me quedará la música sin notas
de un flojo pentagrama
interpretando
las codas sucesivas de este
acto
melodía vital, sin armonía,
palabras que hoy el viento se
ha llevado.
El canto tribal será muy
triste
intrascendente, peculiar
de un mundo extraño.
Oximorones
ripios, redundancias
asonantes
problema de escritores
de este mundo
un campo
de amapolas deshojadas.
Si entiendes lo que escribo
¡Eres un genio!
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